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TikTok, TickTock: ¿Cuenta regresiva hacia la guerra fría?

EE.UU. y China, las dos economías más grandes del mundo, están en medio de una serie de conflictos. Si bien en un inicio la confrontación iba más enfocada hacia el lado del comercio internacional y de tarifas a las importaciones

Administrador del Sistema

12 ago. 20 min lectura

Photo by Johann Walter Bantz

EE.UU. y China, las dos economías más grandes del mundo, están en medio de una serie de conflictos. Si bien en un inicio la confrontación iba más enfocada hacia el lado del comercio internacional y de tarifas a las importaciones, las tensiones entre ambos países han ido aumentando y se han diversificado. Lo que inició siendo una disputa comercial, se está convirtiendo en un conflicto geopolítico en el que ambas naciones buscan posicionarse como el líder económico a nivel global.

Tensiones comerciales

La relación entre Estados Unidos y China ha experimentado mayores tensiones desde el inicio del gobierno de Donald Trump, quien había tocado el tema de reducir el déficit comercial con China y promover la producción nacional. El tema de la imposición de aranceles jugó un papel importante durante su compañía presidencial y su administración había estado acusando a China de “prácticas comerciales desleales” como la subvención a compañías nacionales y el “robo de propiedad intelectual”. Sin embargo, fue recién desde 2018 cuando se dio inicio a una serie de amenazas y posteriores imposiciones efectivas de aranceles hacia China. El gigante asiático no se quedó atrás y también impuso una serie de castigos a las importaciones americanas, dando así, inicio a una especie de “ojo por ojo”.

Ello tuvo consecuencias importantes en los mercados globales. El elevado nivel de conectividad global implicaba que los bloqueos tendrían un impacto en muchas economías y ello llevó a un deterioro en las perspectivas de crecimiento económico.  Lo que empezó en 2018 con un impuesto de 25% al acero y 10% al aluminio, se convirtió en una especie de guerra comercial de dos años:  en su punto máximo, se aplicó tarifas a aproximadamente $500 mil millones en bienes comercializados entre las dos naciones y EEUU aplicó impuestos a casi todos los productos chinos importados[1]. Sin embargo, en octubre de 2019 se anunció una posible primera fase del acuerdo comercial y a inicios del 2020, se llegaron a hacer efectivas las firmas, que implicaban un retraso de los aranceles planeados en el resto del año. Ello disipó los temores sobre un mayor enfriamiento en las relaciones de ambos países.

Fuente: Bloomberg

Enfrentamientos para la dominación tecnológica

Los conflictos comerciales han sido solo una de las aristas de una serie de “enfrentamientos” entre ambos países. También ha habido preocupaciones respecto a la seguridad nacional de EE.UU. que han terminado atentando contra el desarrollo de gigantes tecnológicos chinos como Huawei[2], ZTE[3] e incluso populares aplicaciones como TikTok y WeChat.

  • Huawei y ZTE

La represión de EEUU contra las dos empresas data desde 2018, cuando el gobierno estadounidense sancionó a ZTE y prohibió a las empresas americanas vender componentes a la compañía china por siete años. Ello se llevó a cabo luego de que ZTE violara un acuerdo y enviara equipos de telecomunicaciones a Irán y Corea del Norte.[4] Esto sumó al deterioro en las relaciones y ahora, en 2020, el gobierno americano ha vuelto a reforzar el hecho de que ambas compañías representan una amenaza para EE.UU.

En junio de 2020, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE.UU. designó a Huawei y ZTE como “amenazas a la seguridad nacional”. Esto impide que las empresas estadounidenses usen el dinero del fondo de subsidios federales de la FCC ($8.3 mil millones) para comprar o mantener equipos producidos por las compañías tecnológicas en cuestión. Ambas mantienen vínculos con el Partido Comunista de China y la organización militar, por lo que se teme que se “exploten las vulnerabilidades en las redes de comunicaciones de EE.UU.” y que se les obligue a cooperar con los servicios de inteligencia de China.

En EE.UU, la medida afectaría a los pequeños operadores (con menos de 100 mil suscriptores), especialmente de áreas rurales, dado que dependen en mayor medida de los subsidios. Estos han comprado equipos a Huawei y ZTE, en vista de que sus precios son más competitivos frente a los de empresas europeas como Nokia y Ericsson. Si se procede con las solicitudes, tendrían que cerrar partes de su red dado que no pueden usar el subsidio para mantenimiento o piezas de repuesto.

Fuente: Bloomberg

  • TikTok y WeChat

Por otro lado, se ha dado inicio a una ronda de amenazas a las aplicaciones chinas, principalmente TikTok y WeChat. Ello, luego de la importante popularidad que ha ganado TikTok[5] en Estados Unidos, lo que implica que su matriz tenga un mayor acceso a datos e información de los usuarios estadounidenses. Por su parte, WeChat[6] es mucho menos común entre los usuarios americanos, pero se usa frecuentemente para negocios entre empresas chinas y estadounidenses. Bajo este contexto, los funcionarios americanos han dicho que existe la amenaza del uso de información de los usuarios americanos por parte del gobierno chino, alentando las preocupaciones sobre la seguridad nacional. En vista de ello, han amenazado con bloquear las aplicaciones y prohibir a los residentes de EE.UU. hacer negocios con las mismas.

Este ha sido de los movimientos más recientes y supone una escalada significativa en las tensiones dado que atenta con cortar comunicación entre personas que residen en ambos países, en vista del riesgo operativo de WeChat. Esta aplicación es el único medio de comunicación que tienen los residentes chinos en EEUU para comunicarse con sus parientes que residen en China pues las principales redes americanas están prohibidas. Un bloqueo de WeChat también implicaría un bloqueo en la comunicación y refleja la elevada preocupación del gobierno americano sobre el alcance de la tecnología china.

Fuente: Bloomberg

  • Amenazas sobre mayor control y auditoría sobre los estados financieros publicados de las compañías chinas que cotizan en EE.UU.

China se ha negado durante mucho tiempo a permitir que los reguladores estadounidenses realicen auditorías a empresas chinas, incluso las que cotizan en las bolsas de valores de EE.UU. Las firmas contables de China argumentan que la ley les prohíbe compartir documentos de auditoría porque pueden contener secretos de estado. En vista de las crecientes preocupaciones respecto a fraude[7], el Grupo de Trabajo del Presidente en Mercados Financieros dijo que, para negociar en una bolsa estadounidense, las empresas deben otorgar a los reguladores (estadounidenses) acceso a sus documentos de auditoría.

Aún no se ha determinado cómo hacer cumplir las pautas, pero se busca que la sanción final sea la eliminación de las bolsas estadounidenses. El proyecto de ley sigue en curso y aun no se han redactado las regulaciones específicas, pero las compañías chinas que cotizan actualmente tendrían hasta 2022 para cumplir con las normas, de lo contrario serían excluidas. Finalmente, lo que se busca es proteger a los inversionistas y acceder al mismo tipo de información para todas las compañías.

China ha calificado este movimiento como una “manipulación política” y que lo que se está tratando de hacer es obligar a las empresas chinas a dejar de cotizar en EE.UU. Sin embargo, los líderes chinos también han señalado que quieren aliviar las tensiones y luego de haber mantenido confrontaciones previas más inclinadas hacia un “ojo por ojo”, las recientes respuestas (de China) han sido relativamente “silenciosas”, sobre todo ahora, de cara a las elecciones presidenciales.

Tensiones geopolíticas

Adicional a estas amenazas también ha habido complicaciones geopolíticas, especialmente respecto a Hong Kong y su autonomía[8]. Como parte del proceso de incorporación a China continental, en 1997, EE.UU. le otorgó a Hong Kong un status especial. Ello implicaba relaciones comerciales únicas y sin aranceles sobre las importantes. Además, la región ganó un status financiero clave por la economía abierta y el estado de derecho.

Sin embargo, en 2020, el gobierno chino impuso una nueva ley de seguridad nacional que redujo la autonomía del territorio y que implica un mayor control del gobierno chino. Esto llevó a Trump a proponer una reevaluación sobre este “estatus especial” (mayo 2020). Si bien la relación comercial no es la misma con Hong Kong y China, se quiere quitar ciertos privilegios, por ejemplo, aplicar las mismas tasas arancelarias a las exportaciones de Hong Kong que a las de China (más altas).

En medio de los conflictos comerciales y tecnológicos, estos eventos avivaron las tensiones en escenarios más amplios y ya de magnitud cultural y política. Varias compañías americanas tuvieron problemas en las relaciones con sus socios chinos: Houston Rockets perdió más de dos patrocinios chinos luego de que el gerente general del equipo de básquet mostrara su apoyo a la democracia, en favor de los manifestantes de Hong Kong.

Elecciones presidenciales: posible cambio en las relaciones entre EEUU y China

La construcción de las relaciones entre ambos países aún tiene un largo camino por recorrer. Sin embargo, es importante destacar que Joe Biden, quien lidera las encuestas, ha tomado una posición más pacífica respecto a las relaciones con China. El candidato demócrata ha dicho que eliminaría los aranceles sobre las importaciones chinas dado que los principales afectados han sido los americanos y ha presentado un enfoque multilateral para lidiar con los temas comerciales con China.

Aun así, su discurso alega a cierto tipo de “persecución a China” (aunque sería menos dura que la de Trump) y sí buscaría mejorar los términos de las relaciones entre ambos países. Según el candidato, China efectivamente está robando propiedad intelectual. Además, se limita la posibilidad de hacer negocios en el país asiático: los términos son usualmente más favorables si es que el negocio tiene la mayoría de participación china. Las políticas chinas siguen siendo desfavorables para EE.UU., lo que indica la necesidad de reestructurar las relaciones.

Fuente: Bloomberg, US PredictIt

 Una eventual victoria de Biden implicaría políticas y relaciones con China que se situarían en un punto medio entre lo que fueron las de Trump y Obama. Si bien las disputas perdurarán, es probable que sean abordadas de una manera más predecible y menos agresiva, lo que podría tener un resultado más positivo (menos brusco) sobre la renta variable china y también global. Sin embargo, el resultado final sigue siendo incierto.

Finalmente, es interesante comentar que podemos tomar beneficio de esta situación. La opción más conocida que se nos viene a la mente sería el posicionamiento a través de renta variable. Sin embargo, dado que estamos en un contexto aun de recuperación económica por el COVID-19, con elevada volatilidad, sería más eficiente tener la exposición en acciones, pero con una optimización de protección de capital. Ahí podría ser interesante ver que alternativas pueden resultar más beneficiosas del lado de las notas estructuradas en contraposición a una inversión directa de renta variable.

Notas de pie de página:

[1] US Census: En 2018, EE.UU. importó aproximadamente $539 mil millones de bienes de China, mientras que, en el mismo año, China importó $120 mil millones de EE.UU.

[2] Huawei Technologies es una compañía china que ofrece equipos y soluciones de telecomunicaciones. Adicionalmente, hace investigación y desarrollo para la construcción de redes de telecomunicaciones de acceso a internet, almacenamiento, seguridad y otros productos. Es el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, detrás de Apple.

[3] ZTE es una compañía china que provee equipos de telecomunicaciones y servicios de red. Es uno de los mayores exportadores de equipos de telecomunicaciones de China.

[4] ZTE violó reglas comerciales que mantenía con Estados Unidos al vender a Irán y Corea del Norte productos con componentes fabricados en EE.UU. ZTE admitió la culpa y pagó $1.19 mil millones en multas por violar el acuerdo.

[5] TikTok es una aplicación de videos cortos propiedad de la compañía china ByteDance.

[6] WeChat, propiedad de Tencent, es principalmente un servicio de mensajería, pero se ha convertido en una aplicación de uso múltiple que ofrece funciones de pagos, comercio electrónico y otros servicios. La aplicación es una de las más populares del mundo (más de mil millones de usuarios) y compañías estadounidenses como Starbucks, por ejemplo, utilizan el servicio en China.

[7] Los temas regulatorios y las amenazas de que las compañías chinas sean retiradas de la bolsa americana han ganado mayor atención desde el fraude de los estados financieros reportados de Luckin Coffee, conocido como “Starbucks chino”, que llevó a su deslistado en la bolsa.

[8] En 1997 los británicos dejaron Hong Kong a China, pero bajo una modalidad mucho más independiente, con prensa libre y un sistema judicial independiente.

  

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