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Este lunes los rendimientos del tesoro a 10 años alcanzaron un máximo de 1,5%, el más alto en tres meses, impulsado por los comentarios de la semana pasada de la Fed, donde señalaba que podría comenzar a reducir los estímulos dados por la pandemia probablemente en noviembre y podrían comenzar el próximo año a subir las tasas de interés.
Algunos analistas pronostican que el rendimiento del Tesoro Estadounidense a 10 años terminará el año en el rango del 2% al 2,25%, muy por encima de su nivel actual del 1,48%. Por la combinación de problemas de crisis energética y cuellos de botella en la oferta de productos que podrían dar un mayor impulso a los indicadores de inflación de Estados Unidos que ya se encuentran altos.
Parecería que el impacto de la oferta no es tan transitorio como todos pensaban. Las perspectivas de que las tasas de interés sean más altas y que la inflación vaya en aumento, está nuevamente impulsando una apuesta generalizada sobre los rendimientos más altos que habían sido descartados en gran medida por los mercados hace unos meses.
Estos cambios de política monetaria de la Fed hacen de los bonos una clase de activo poco atractiva en relación con las acciones.
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El ingeniero peruano ocupará el cargo desde el presente mes tras ser gerente general de Scotia Fondos.