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El presidente Joe Biden propondrá casi duplicar la tasa impositiva sobre las ganancias de capital de los inversionistas adinerados para ayudar a pagar una gran cantidad de gasto social que aborda la desigualdad económica.

Para aquellos que ganan $1 millón o más, la nueva tasa máxima, junto con una sobretasa existente sobre los ingresos por inversiones podrían llegar a 43.4%. La nueva tasa marginal de 39,6% sería un aumento de la tasa base actual de 20% y se mantendría un impuesto de 3.8% sobre los ingresos por inversiones que financia a Obamacare o Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.

Para estados con impuestos altos como New York, donde la tasa combinada de ganancias de capital estatales y federales podría llegar a 52,22% y en California, podría ser del 56.7%.

La propuesta de Joe Biden de igualar las tasas impositivas para los ingresos salariales y de ganancias de capital para las personas con altos ingresos frenaría en gran medida el tratamiento fiscal favorable sobre los llamados intereses cargados, que es el recorte de las ganancias de las inversiones realizadas por los administradores de fondos de inversión y fondos de cobertura.

Los asesores patrimoniales ya han comenzado a asesorar a sus clientes para que maximicen sus cuentas de jubilación, acumulen ganancias en fondos de zonas de oportunidad con impuestos diferidos e incluso vendan algunos activos para evitar ser golpeados por un posible aumento de impuestos a las ganancias de capital en EE. UU.