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El grupo bipartidista de senadores terminó el texto legislativo el domingo, donde ninguna de las partes consiguió todo lo que quería y se negoció un paquete de infraestructura de $550 mil millones, lo que acercó al Senado a su posible aprobación esta semana.
El proyecto de ley proporcionaría la mayor inyección de gasto federal estadounidense en infraestructura en décadas. Incluye alrededor de $ 110 mil millones en nuevos gastos para carreteras y puentes, $ 73 mil millones en actualizaciones de la red eléctrica, $ 66 mil millones para trenes y Amtrak, y $ 65 mil millones para expansión de banda ancha. También proporciona $ 55 mil millones para agua potable limpia y $ 39 mil millones para tránsito.
La aceptación de esta ley podría permitir un proyecto de ley posterior que incluya gastos en cuidado infantil, educación y licencias pagadas, así como aumentos de impuestos para los ricos y las corporaciones.
Al respecto, Pelosi ha dicho que no llevará el proyecto de ley de infraestructura bipartidista al piso hasta que el Senado actúe sobre el paquete presupuestario demócrata que sigue.
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El ingeniero peruano ocupará el cargo desde el presente mes tras ser gerente general de Scotia Fondos.