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Las empresas estadounidenses agregaron 223.000 puestos de trabajo en nómina para cerrar un año en el que se contrataron 4,5 millones de personas. Sin embargo, los ingresos promedio semanales aumentaron un 3,1 %, el ritmo más lento desde mayo de 2021.

Este aumento en la fuerza laboral y un menor crecimiento de los salarios sugieren que el mercado laboral de EE. UU. está comenzando a moverse de la manera que la Fed esperaba, para equilibrar mejor la oferta y la demanda de trabajadores y en su batalla contra la inflación.

Después de un año en el que muchas métricas básicas del mercado laboral se estancaron en niveles que el banco central de EE. UU. considera inconsistentes con precios estables, los datos de empleo de diciembre publicados el viernes trajeron una pizca de alivio.

Sin embargo, los encargados de formular políticas de la Fed tuvieron una opinión decididamente más sobria sobre los datos del viernes, lo que indica que están encerrados en nuevas subidas de tasas y querrán ver muchos más datos que confirmen la relajación de las presiones sobre los precios antes de detener el ajuste.