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China relajó los requisitos de prueba de Covid para algunas ciudades importantes en un cambio gradual de su estricta política Covid Zero. Pero si bien la demanda de pruebas de PCR para acceder a lugares al aire libre y al transporte público disminuyó, se mantienen los requisitos de resultados negativos para ingresar a áreas interiores como oficinas, y las ciudades que luchan contra los brotes como Beijing y Guangzhou aún enfrentan restricciones importantes.

Los mercados se muestran optimistas ante la esperanza de una reactivación total de la segunda economía del mundo. Sin embargo, a pesar de estas señales claramente positivas, Goldman Sachs publicó el fin de semana pasado una nota —citada en el Wall Street Journal de ayer— que apela a la prudencia de cara a la recuperación de la economía china.

“Las medidas de flexibilización no constituyen todavía un abandono de la política de Cero-Covid”, escribió el banco, y añade:

“Consideramos más bien que es una prueba evidente de que el Gobierno chino se prepara para ponerle fin, y trata de minimizar el coste económico y social del control de Covid en el proceso”.

Por otra parte, Goldman Sachs ha advertido que “los preparativos pueden durar unos meses y probablemente haya problemas que resolver por el camino”.