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En el mes de octubre, los mercados de valores alrededor de todo el mundo se vieron golpeados por diversos temores macroeconómicos como la desaceleración del crecimiento, la guerra comercial y sus repercusiones, y las crecientes tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. La venta global se ha llevado consigo alrededor de $ 5 mil millones en valor de los mercados mundiales únicamente en el mes de octubre, tanto para acciones como para bonos.
El índice más afectado ha sido el Nasdaq que cayó 9% en octubre, la mayor caída mensual para el índice desde noviembre del 2008. Mientras que el S&P 500 perdió casi un 7%, experimentando su peor mes desde septiembre del 2011. Por su parte, el Dow Jones cayó 6%, cosa que no ha sucedido desde enero.
Las caídas del mercado americano se extendieron y tuvieron repercusiones negativas sobre los extranjeros, afectados también por el crecimiento económico más débil y preocupaciones políticas. El índice Hang Seng de Hong Kong cayó un 10%, mientras que el de Shanghai de China perdió un 8% en octubre. Ambos mercados han sido afectados por la guerra comercial con Estados Unidos en el 2018. Por su parte, Europa también se vio afectado principalmente por problemas políticos en Italia en cuanto a la aprobación de la Unión Europea sobre el presupuesto de deuda del gobierno, donde el índice perdió 8% en el mes.
La preocupación gira en torno al crecimiento económico y a las ganancias esperadas de las grandes corporaciones americanas pues está la duda de que estas hayan alcanzado su punto máximo. En caso sea así, existe la cuestión de si es que las acciones han estado sobrevaloradas y no podrán alcanzar el precio objetivo esperado por los analistas basados tanto en los fundamentos de las empresas como en un escenario macroeconómico positivo, tomando en cuenta que el gobierno americano ha estado impulsado los resultados de las compañías a través de un recorte de impuestos.
Otro factor importante ha sido la preocupación de que la Fed esté aumentando las tasas de manera muy rápida y que lo continúa haciendo. La Reserva Federal anunció que los salarios y los precios han estado aumentando y que la actividad económica en general se expandió a un ritmo moderado. El Libro Beige de la Fed, que recopila observaciones sobre la economía americana, sugiere en general que es probable que se mantengan en curso los planes para ejecutar el cuarto aumento de la tasa de interés de referencia en el presente año en diciembre, con la posibilidad de continuar con aumentos adicionales el próximo, dependiendo de las condiciones de los mercados.
El efecto de las tasas tiene distintos impactos sobre el mercado. Por un lado, implica un mayor costo de endeudamiento para las corporaciones, lo que podría traer consigo eventualmente, desaceleración económica. Por otro, la migración de acciones a bonos como alternativa atractiva por activos menos riesgosos. El incremento de las tasas de interés está eliminando la época del dinero fácil, trayendo consigo que la liquidez en los mercados globales sea cada vez más complicada.
Aun con las pérdidas que ha experimentado el mercado, la economía de Estados Unidos ha continuado con un crecimiento económico, de la misma manera que sus compañías, a pesar de que sea a un ritmo más lento. El PBI creció un 3,5% en el tercer trimestre, en comparación con el 4,2% en el segundo trimestre. Aun cuando los datos mostraron que el gasto del consumidor aumentó en el último trimestre, el efecto fue compensado por una desaceleración en las inversiones comerciales y residenciales.
El Fondo Monetario Internacional a inicios de octubre revisó a la baja la perspectiva de crecimiento para el 2019 tanto para Estados Unidos como para China, explicado, en parte, por la profundización de la guerra comercial entre ambos países.
Existen diversas opiniones con respecto a la duración de la venta que ha venido sufriendo Wall Street. Mientras que algunos analistas creen que será por un periodo de corta duración, otros creen que el mercado debería prepararse para una venta más larga y un mercado deprimido, y que puede que las perspectivas para el crecimiento de las ganancias corporativas sean muy optimistas para los próximos periodos.
Hay analistas que han advertido que, entre los mayores costos de endeudamiento y una perspectiva arancelaria no clara del todo, el 2019 podría ser un año difícil para las acciones. Mientras que otros se encuentran más positivos y ven la caída del mercado como una oportunidad de compra, alegando a que las políticas de expansión fiscal podrían seguir ayudando a los resultados finales de las corporaciones. Si bien la estrategia de Trump de recorte de impuestos ayudó a mejorar los resultados periódicos de las corporaciones, la política monetaria de la Fed fue en dirección opuesta y borró en parte las ganancias de las compañías de los primeros trimestres del 2018. Las visiones más optimistas se dan en el contexto de crecimiento económico en gran parte sólido donde el PBI del tercer trimestre subió un 3,5 por ciento.
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El ingeniero peruano ocupará el cargo desde el presente mes tras ser gerente general de Scotia Fondos.