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En vista del reciente repunte de la situación epidémica en el Reino Unido y la cepa del virus variante delta generalizada allí, junto con una serie de casos con cepas del virus mutante L452R detectadas por pruebas de personas que llegan de ese origen, diferentes países les han cerrados sus puertas al Reino Unido.

Hong Kong prohibirá todos los vuelos de pasajeros desde Gran Bretaña a partir del jueves, etiquetando al país como de «riesgo extremadamente alto» al igual que flexibiliza los requisitos de entrada para las personas que viajan desde la mayoría de las otras partes del mundo.

La medida se produce en medio de tensiones políticas entre China y el Reino Unido por la represión de Beijing contra la disconformidad y la libertad de prensa en la excolonia británica.

Por otro lado, Francia y Alemania exigen que los visitantes de Gran Bretaña se pongan en cuarentena, mientras que Portugal y España, que dependen de los turistas británicos, no lo hacen. En la región de Lisboa, más de la mitad de los casos nuevos de COVID-19 son de la variante Delta.

El reciente aumento de las infecciones se produce alrededor de un mes después de que Portugal, dependiente del turismo, se abriera a visitantes del resto de la UE y de Gran Bretaña.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, solicitaron en cumbre de la Unión Europea a los demás líderes de la UE a adoptar una línea más firme en los viajes desde países fuera del bloque, como Reino Unido, para combatir la variante Delta del coronavirus y presionar por un enfoque más coordinado.